Desde la llegada del home cinema hasta hoy, el campo de los subwoofer para home cinema ha caído en picado y se encuentran verdaderas basuras. Las cajas de aglomerado o plásticos inyectados son un ejemplo, pero lo más triste se halla en su interior: altavoces de 6.5 y 8" actuando de subwoofer, sin hablar de los filtros conmutados (los que llevan filtro) y de fuentes de alimentación muy escasas.
¿Se han fijado que la gran mayoría de los subwoofer de las superficies comerciales no producen impacto? También se habrán fijado en que sólo dan una nota y con muy poca definición. Es el problema de la optimización que se ha hecho en origen: SPL.
Cuando se trata de hacer la demostración en el supermercado o en la tienda de electrodomésticos se trata de que "tire", de que sea capaz de producir decibelios. Y también de que tenga el menor precio posible. Pero los buenos altavoces de graves cuestan mucho dinero.
Por esto se recurre a estructuras que generan más SPL a costa de la respuesta temporal: Los resonadores de Helmholtz, que son por ejemplo los tubos bass-refflex, pero también lo constituye un sistema en el que el altavoz está apuntando al suelo. La pequeña obertura y el aire contenido entre la caja, el altavoz y el suelo crean una estructura de resonador.
