Agharta

PRUEBAS, PROBLEMAS Y CONCLUSIONES

Por supuesto daba por hecho que no todo sería tan obvio como parece indicar la teoría, ha habido problemas y de hecho algunos no se han podido resolver del todo, aunque era difícil preverlos.

El resultado final son unas cajas bastante bien equilibradas si se escuchan con un amplificador transistorizado y cualquier tipo de música y un resultado desigual con uno de válvulas, parece ser según me explico Pablo que esto es debido al Z out distinto de ambos amplificadores.*y más cosas

Para equilibrar los Drivers he tenido que atenuar la cúpula 2 dB y 1 dB el tweeter, este último más bien por su carácter un poco chillón sobre todo con las válvulas aunque también lo atribuyo a la diferencia de materiales en los diafragmas (Polipropileno-cúpula textil-cúpula metálica), quizás también pueda influir un poco el Bafle-Step (aunque creo que en mucha menor medida) y también al fuerte carácter de la cúpula de medios.

   

El DMH-150 tiene un sonido muy claro y muy bien definido, su eficiencia parece ser la que dice el fabricante o incluso un poco mayor, suena extremadamente nítido; las voces, el piano, las guitarras, los instrumentos de viento del Jazz así como la cuerda y el clave de pequeñas formaciones orquestales barrocas con instrumentos de época sorprenden por su garra y extremada claridad y cualquier adjetivo que se le quiera poner, quizás porque admiten muy bien el realce de las válvulas, pero el tweeter no solo debería ser mucho mejor sino también textil probablemente por esa coherencia de materiales en los diafragmas que ya he comentado; también porque un woofer de polipropileno es menos expresivo que uno de papel o de Kevlar.

   

De hecho la combinación del polipropileno con la cúpula de medios da un sonido bastante soso en las percusiones

Con un amplificador de transistores desaparece mucho el timbre chillón del tweeter y un poco el realce y la claridad de los medios pero el conjunto queda mucho mejor equilibrado, aunque con las válvulas y solo para el Jazz la verdad es que suenan increíblemente bien.

Tienen una muy buena separación de los instrumentos y una gran espacialidad o tridimensionalidad algo que atribuyo en parte a la mejor dispersión vertical por la colocación de los ports.

   

Los graves son claros y profundos, nada machacones ni retumbantes y con una buena pegada.

Con una gran orquesta sinfónica he oído pocas cosas que valgan la pena y debería irme muy arriba no solo en cajas sino también en amplificación y lectura para algo que valga la pena y me temo que estas no son una excepción, o sea normalitas y del montón. Calculo una sensibilidad de unos 88 o 89 dB aunque este no es un dato fiable es solo una comparación con las Misión 780 que tienen 87 dB

De todas formas estoy contento con el resultado final, suenan (aunque solo sea por intentar establecer una comparación) mejor que muchas cajas comerciales de entre 600 y 1200 euros, tienen un coste aproximado de 400/450 euros y sobre todo tienen su propio carácter. Lo que más me preocupaba era el filtro ya que mis conocimientos de electrónica son muy pobres; tened en cuenta que ni siquiera había hecho nunca una soldadura. He conseguido hacerme uno, equilibrar las cajas, solucionar problemillas en vez de acabar comprando un filtro hecho y sobre todo he aprendido mucho que en el fondo era de lo que se trataba como dije al principio de este artículo.

Nos vemos en el foro y espero que dentro de un tiempo con el artículo de la T-Line

Miguel Juliá.

Agharta

Este sitio emplea cookies para comprender la interacción de los usuarios. Más información Sólo mínimo necesario

ACEPTAR